Conferencias sobre arte Sonoro

250 gramos
17,00€

José Iges

Referencia: CAP-001
ISBN: 978-84-88020-54-3
Edición:
2017, Madrid
180 páginas
Distribuido por: Machado Grupo de Distribución y Les Punxes
20,50cm × 12,80cm
17,00€

 

En siete conferencias, José Iges nos acerca al arte sonoro. La selección recoge intervenciones públicas desde 1998 hasta la actualidad, uniendo un criterio divulgativo a una aproximación transversal. El apropiacionismo, la poesía sonora y su relación con el radioarte, los nuevos espacios para el arte sonoro, el canto de las aves en las obras de esos géneros, las tensiones entre lo sonoro y lo visual, el repaso a las raíces y la evolución del arte sonoro en España o el estatuto del artista como mutante mediático, son temas que Iges despliega en estas páginas en su condición de artista multidisciplinar, compositor, productor radiofónico y comisario de eventos y exposiciones sobre estas materias.

 

José Iges (Madrid, 1951) es compositor, artista sonoro y multidisciplinar, ingeniero industrial y doctor en Ciencias de la Información. Dirigió entre 1985 y 2008 en Radio Clásica (RNE) el programa Ars Sonora. Ha sido miembro fundador y coordinador del grupo Ars Acustica / UER (1999-2005), así como Presidente de la AMEE (1999-2002). Junto a la artista Concha Jerez realiza instalaciones, performances, conciertos InterMedia, radioarte, vídeos y obra gráfica. Ha compuesto obras para cinta y para soporte digital, para solistas acompañados de electrónica en vivo o grabada y para conjuntos instrumentales. Ha venido desarrollando conferencias, cursos y talleres sobre arte sonoro y radioarte.

 

Leer primer capítulo

 

La intensa dedicación al Arte Sonoro de José Iges ha dado como resultado la publicación de “Conferencias sobre Arte Sonoro”, un libro que reúne siete conferencias del autor pronunciadas desde 1998 y que, en conjunto, nos ofrece una amplia visión histórica y estética de este ámbito de la creación que se distingue por hacer del sonido su elemento principal.

La edición del libro coincide con la reciente celebración de la exposición “Escuchar con los ojos. Arte Sonoro en España, 1961-2016”, comisariada por José Iges junto a José Luis Maire, y presentada entre 2016 y 2017 en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca y en las sedes de la Fundación Juan March en Palma y Madrid.

Una exposición centrada en mostrar de forma exhaustiva los orígenes y la evolución del fenómeno en nuestro país y de la que, de algún modo, también se puede decir que es la continuidad natural de la que, en 1999, sería la primera exposición dedicada en nuestro entorno al Arte Sonoro desde el ámbito internacional, y a la que, desde su labor de comisario, Iges tituló de forma elocuente: “El espacio del sonido / El tiempo de la mirada”.

 

Esta exposición, que se celebró en el Koldo Mitxelena Kulturunea de San Sebastián, recogía con buenos ejemplos la variedad de creaciones que, desde comienzos de la década de 1980, la crítica, o mejor dicho, una cierta “ sensibilidad compartida”, había comenzado a denominar “Sound Art” y que, de nuevo, nos lleva a referirnos a José Iges y, en concreto, al programa radiofónico “Ars Sonora” (RNE Radio2) que –junto a Francisco Felipe- puso en marcha en 1985 y que, poco después, y por muchos años ( hasta finales de 2008), Iges conduciría en solitario con gran profesionalidad y una buena dosis de fe…

Y es que, conviene reconocer que, por aquellos años “80”, aquí estábamos bastante pegados sobre el tema y que, quien más quien menos, a través de la escucha de “Ars Sonora” - y de las grabaciones caseras en cinta casette de los programas- nos íbamos poniendo al día de las obras sonoras que se iban haciendo fuera y dentro de nuestro país. Del mismo modo que, a través de los comentarios con los que Iges acompañaba a las creaciones en su programa, tuvimos la oportunidad de introducirnos en la genealogía histórica y estética del fenómeno.

Recuerdo por ello con gratitud el efecto que se producía entre su voz solemne de locutor y la precisión exacta con la que, justo tras la locución, se introducía el corte sonoro a los radioyentes. Un corte que, en realidad, era el acceso a todo un universo sonoro por descubrir y que, bien podía comenzar con un sonido muy penetrante, pero apenas perceptible, o que, por el contrario, irrumpía en tu habitación y en tus oídos pleno de intensidad…

Pues bien, esta misma precisión señalada, es la que a mi juicio también caracteriza en conjunto las conferencias sobre Arte Sonoro reunidas en este volumen. Sobre todo porque se aprecia de antemano en los textos de José Iges un esfuerzo por tratar de precisar de manera meticulosa – pero sin dogmatismos-, tanto el lugar que de forma genuina le puede corresponder al llamado “arte sonoro” dentro de la creación contemporánea, como el carácter híbrido que, de forma no menos genuina, distingue a la mayoría de las obras sonoras.

Uno se imagina que el camino más fácil o aparentemente más productivo para Iges pudiera haber sido la defensa a machamartillo del arte sonoro como una parcela acotada de la creación. Un poco en la línea como en la década de 1970 se discutía de manera obstinada, y casi siempre interesada, la dichosa “especificidad” de cada una de las artes.

Sin embargo, como decimos, la demarcación de una territorialidad propia - bien sea como estudioso del tema, o bien sea como el compositor o el artista sonoro que también José Iges es (en muchas ocasiones junto con su compañera, la artista Concha Jerez) - no constituye el objeto principal de su trabajo teórico.

Más bien es al contrario, ya que el lugar en el que se instala de antemano el punto de vista de sus análisis es, precisamente, la condición transversal del arte sonoro. Una condición la de este arte que Iges define de manera gráfica como la de “un arte sentado entre sillas”; y, una transversalidad, que emerge del deseo de contemporaneizar y de dotar al análisis de una base integradora que supere acepciones que fueron útiles en el pasado pero que hoy, más bien, solamente denotan la mera concurrencia de medios y estrategias creativas. Nos referimos a acepciones tales como “interdisciplinar”, “intermedia”, “multimedia” o, simplemente, “audiovisual”.

Por otra parte, donde mejor se manifiesta la transversalidad del “arte sonoro” es , precisamente, en el amplio espectro de prácticas que abarca: “instalaciones sonoras”, “ambientes y paisajes sonoros”, “esculturas sonoras”, “poesía sonora”, “performance musical” o “radio arte” son, seguramente, las prácticas más reconocibles que , a su vez, dan lugar a nuevas extensiones y variantes, así como a distintos modos de hibridación.

El otro gran plus de “tranversalidad” del arte sonoro es la línea claramente “transversal” que, literalmente, las prácticas, los autores, los movimientos y la propia evolución de las creaciones sonoras han trazado en la historia del arte desde las primeras vanguardias artísticas del siglo XX hasta el presente.

Enfrentarse a todo este fenómeno es, pues, enfrentarse a un buen grado de complejidad y por eso, cabe señalar que el interés que emana de la publicación de estas conferencias amplia su propio objeto de estudio y se convierte en una contribución a la “cultura sonora”, entendida como el estudio de la dimensión acústica en toda su magnitud. Es decir: física, antropológica, ecológica, social, simbólica y, naturalmente, estética.

Ni que decir tiene que uno de los aspectos por los que la exploración de la “cultura sonora” se ha convertido en un bien necesario es por las posibilidades que ofrece de establecer el equilibrio ante la preponderancia histórica otorgada a la “cultura visual”, especialmente en el ámbito académico.

En una lectura pormenorizada de las conferencias cabe referenciar en primer lugar el texto titulado “Nuevos espacios para el arte sonoro”, en la medida que aborda la práctica de la “instalación sonora” desde diversos ángulos, y pone el énfasis en la propia capacidad que el sonido tiene no solo para “ocupar” espacios físicos sino también para transformarlos. Esta capacidad es, posiblemente, la que hace que las instalaciones ocupen un lugar “central” en el arte sonoro ya que, a través de ellas, queda abierto un campo infinito para la creación. Campo que, además, se refuerza con la dimensión activa -física, temporal y subjetiva- que toda instalación ofrece al visitante; y con la propia versatilidad -técnica y artística- que caracteriza a las instalaciones en relación con los medios y soportes tecnológicos.

En este sentido, en el texto significativamente titulado “El artista, mutante mediático” , José Iges ofrece una exposición sobre el vinculo directo que el arte y los creadores mantienen con el desarrollo tecnológico, especialmente desde el nacimiento de las vanguardias artísticas del siglo XX y desde la propia existencia y evolución de la llamada “era electrónica”. Un vínculo que, en la sociedad contemporánea, se enrosca de forma compleja por el efecto de la influencia mutua entre las propuestas de los artistas y las acciones “a tiempo completo” de los medios de comunicación.

Por otra parte, en el texto de la conferencia titulada “El ojo que (no) todo lo oye” se aborda la tensión, pero también la simbiosis, que se establece en la percepción del campo sonoro y el visual. Y es en este análisis en el que cobra sentido de forma oportuna la referencias hechas en el libro al concepto de “objeto sonoro” (inseparable de la noción de ”escucha reducida”) con la que emergió la música concreta señalando en una única intuición la dimensión fenomenológica, estética y sensorial de la experiencia sonora.

Esta sensibilidad se encuentra también dibujada en el texto “Con pájaros en los oídos” que Iges dedica al canto de las aves como un lugar común frecuentado por los creadores sonoros.

Una mención destacada merece también el apartado que en el libro se dedica al fenómeno del apropiacionismo (“Apropiacionismos en el arte sonoro” ), sobre todo por el hecho de que, aún siendo un fenómeno de amplio predicamento, no se suele abordar mucho o, al menos, no se suele hacer desde la objetividad – y la ironía- con la que José Iges aborda el tema de la impenitente tendencia al “collagismo” a partir de realidades tan difíciles de negar como que, para respirar, ”todos nos apropiamos de un aire común”. El caso , también, es que el texto data de 1999 y que, el fenómeno en cuestión, no hace más que crecer...

Fara finalizar esta reseña, cabe hacer mención al texto titulado “Sonido como arte. Raíces y evolución del arte sonoro en España”. Conferencia que, en realidad, es la más reciente (2016) de las que se publican en el libro, y que centra su atención en señalar la historia del arte sonoro en nuestro país a partir del trabajo de los artistas pioneros, así como de las plataformas de creación, producción y difusión que, a lo largo del tiempo, han ido llenando las alforjas de un viaje colectivo que, finalmente, ha hecho que el arte sonoro sea una realidad en expansión. [Alfonso López Rojoartecontexto.com, 15-5-17]

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