"Rohmer alcanza momentos de una gran sutileza en su análisis, por momentos genial, de los registros musicales en relación con las visiones de la filosofía. Tras la lectura de este ensayo, uno ve de otra manera el cine de Rohmer y entiende mejor su música visual".
[Jesús Ferrero. El País, 19-07-00]
"Un libro cuyo título, largo y abrupto, atemoriza, pero que después de leído cambia de aspecto y se hace un libro cómodo, amistoso e incluso sencillo. Algo, por supuesto, tiene que ver con ello la claridad de la mirada de su autor, un tal Eric Rohmer, muchacho francés octogenario que desde hace más de medio siglo realiza películas cada vez más imbricadas con los viejos códigos de la armonía, esas aristocráticas leyes sobre las que ahora suelta sus democráticas ideas en este maravilloso libro libre. Dentro de su noción de profundidad de la música, nos sumergimos de forma natural en las profundidades del cine".
[Ángel Fernández Santos, El País, 2-10-00]
"Una lectura sugerente, enriquecedora y, en muchos momentos, inolvidable. El argumento del libro es La Música; sus protagonistas, Mozart y Beethoven; y, junto a ellos, un magnífico plantel de secundarios de lujo: Kant, Goethe, Tiziano, Hegel, Velázquez, Copérnico, Cézanne, Goya... El libro acaba recompensando con creces cualquier inversión de esfuerzo que hayamos hecho en su lectura. Y si hubiera que resumir en una las muchas enseñanzas que nos depara este jugosísimo ensayo de Rohmer, ésta sería que la profundidad de cualquier obra artística está en relación directa con el grado de sencillez con que es presentada al público".
[Gonzalo García Pino. La Razón, 2-06-00]