Piedra de toque de toda la sabiduría antigua y referencia constante del pensamiento contemporáneo, la obra del nada sonriente Heráclito concita como ninguna otra la tensión entre filosofía y poesía que cifra los orígenes de la modernidad. Una rica y compleja tradición, iniciada en Europa a comienzos del siglo XIX, y cien años más tarde en España e Iberoamérica, no ha dejado de analizar desde múltiples ángulos el enigma inagotable de los Fragmentos de Heráclito de Éfeso. Aunque conocido como «El Oscuro», sus oraculares proposiciones irradian una luz singular en el panorama del pensamiento presocrático. A diferencia de Jenófanes, Parménides y Empédocles, Heráclito prescinde del verso, sin que su mensaje pierda por ello una resonancia intensamente poética. Nacido en Jonia (actual territorio de Turquía) hacia el año 540 a. C. y fallecido en torno al 480 a. C, el filósofo de Éfeso, en quien Hegel sitúa el origen mismo de la Filosofía, proyecta su voz con sorprendente inmediatez desde el tránsito cronológico entre la cultura arcaica y la clásica, así como desde el eje geográfico entre Oriente y Occidente. Ubicado en esa encrucijada, Heráclito libra la batalla decisiva contra el pensamiento mítico, al que contrapone simultáneamente una razón crítica y una dialéctica paradójica, indesligables de la investigación de uno mismo. Comenzando por el propio Platón, la obra del efesio ha impregnado, inspirado e intrigado a algunos de los filósofos, filólogos y poetas más destacados de Occidente. El propósito de este libro se centra en ofrecer la más rigurosa traducción al castellano de los Fragmentos de Heráclito, acompañada de los materiales esenciales para reconstruir el contexto en que surgieron y la recepción de que han sido objeto ininterrumpido a lo largo de veinticinco siglos. La primera parte del volumen presenta los textos en griego y castellano, a razón de uno por página, mientras que la segunda traza una memoria de las lúcidas y apasionadas investigaciones llevadas a cabo por innumerables heraclíteos. Uno de ellos, Castoriadis, afirma: "Con Heráclito nos encontramos plenamente en la filosofía, con todo su esplendor y, en efecto, con su oscuridad".
"Quiero hacer un reconocimiento especial de un libro que me ha sido particularmente útil y del que he usado y hasta abusado a discreción. Se trata de Heráclito: fragmentos e interpretaciones, de José Luis Gallero y Carlos Eugenio López, un libro de Heráclito para los libros sobre Heráclito, ya que recoge en relación con cada uno de los fragmentos todo lo que le sirve de antecedente, todo lo coetáneo y todo lo que al correr de los siglos y hasta nuestros días se ha ido diciendo al reclamo intelectual de uno de los pensadores más sugestivos de todos los tiempos. El libro en cuestión me ha aliviado de muchas fatigosas búsquedas, me ha suministrado, ordenado en la materia y en el tiempo, un mosaico de pareceres casi inagotable, y me ha facilitado de manera considerable la confección de una obra que, sólo por referirse a Heráclito, ya es, de partida, difícil, compleja y polémica... Nos hemos servido con profusión de la búsqueda y recopilación de textos clásicos y modernos que Gallero y López han recogido, casi de manera exhaustiva, en su magnífico libro".
[Ángel Cristóbal Montes, Repensar a Heráclito, Trotta, 2011]
"Los editores traducen los fragmentos de Heráclito y siguen, al tiempo, sus huellas: cómo lo habían leído e interpretado los que vinieron después. Un apabullante tejido de voces que han rascado, para encontrar sus sentidos ocultos, los oscuros pliegues de ese puñado de frases que forman parte del código genético de la cultura occidental. Un texto cargado de incógnitas, ininterrumpidamente interpretado, en permanente proceso de elaboración: ésta es la realidad de los fragmentos, dicen Gallero y López. Así que están los fragmentos, y luego las lecturas que han coleccionado sobre éstos, uno a uno: esa multitud de referencias que proponen caminos muy distintos para llegar al filósofo. Erudición exquisita y pedagogía de alto nivel, pero también puros arañazos: aproximaciones, tentativas, llamaradas de sentido. El resultado: un fascinante tapiz donde se entrelazan los hilos más distintos y una autopista de múltiples direcciones".
[José Andrés Rojo, “Un tejido de múltiples voces”, El rincón del distraído, El País, 11-11-09]