La fuerza de la escritura, si tiene alguna, es la de revivir voces acalladas, cuerpos enterrados, libros censurados... A lo largo de un tiempo dilatado, el autor ha ido tejiendo recuerdos, testimonios y escenas cotidianas en forma de poemas, de apuntes de su diario o de versiones de lecturas que encontró en una de las bibliotecas de Tombuctú para defender uno de los objetivos militares predilectos: la memoria. Son momentos de tregua donde florecen espacios de lectura y diálogo, pero también trágicos episodios bélicos donde perece todo aquello soñado. Exilio, cultura, tensión y perseverancia envueltos por un mar de arena siempre cambiante, siempre presente.
Dídac P. Lagarriga (Sao Paulo, Brasil, 1976) empezó a escribir y publicar desde muy joven. Siempre con la mirada puesta en la poesía, su trabajo puede tomar la forma de un ensayo, una novela o un diario. Muy interesado por la pluralidad de culturas y religiones, nunca ha podido separar su escritura de su labor como editor y traductor, dando a conocer testimonios especialmente del mundo islámico y del continente africano. En 2005 funda en Barcelona oozebap, entidad dedicada a la difusión de experiencias y reflexiones culturales, políticas y espirituales en África y el Islam y para la promoción del diálogo intercultural e interreligioso, con la publicación de veinte títulos de referencia. Ha publicado varios libros como De tu hermano musulmán. Cartas de hoy a Charles de Foucauld (Fragmenta, 2017), Un Islam visto y no visto. Hacia un respeto común (Bellaterra, 2016) y Eco-yihad (Bellaterra, 2014)