Notas sobre el cinematógrafo

Los intérpretes, las tomas, el montaje, la música de las películas, son sujetos de la filosofía del cinematógrafo formulada magistralmente en estas Notas por el realizador Robert Bresson entre los años 1950 y 1974. «Realizador o director. No se trata de dirigir a alguien, sino de dirigirse a uno mismo», dice uno de sus primeros aforismos. Las Notas compendian principios cuyas consecuencias son, como en los tratados de ética, el trabajo efectivo del autor. Este amante riguroso de la verdad ha dado lecciones de doma del lenguaje cinematográfico en su libro, compañero de viaje de catorce películas extraordinarias.

"Con la austeridad cinematográfica de las cuatro paredes de una celda y el uso imaginativo de unos pocos objetos y sonidos, Bresson consigue una tensión cinematográfica, a base de ritmo y planificación, infinitamente superior a miles de películas rebosantes de efectos especiales. El espectáculo cinematográfico surge en Bresson desde la inteligencia, y ésta se vuelva en favor de una epopeya interior, con un lenguaje tan sobrio como personal".
[J. A. Vela del Campo. El País, 13-03-97]

"Considerado por muchos como una Biblia, este libro de aforismos y reflexiones sigue conservando, veinte años después, todo su interés. Y digo lo de Biblia con intención: Bresson, efectivamente, se muestra en muchas de estas notas como un visionario, un profeta, un mesías, que se expresa a veces crípticamente, como corresponde: «No te niegues a los prodigios. Ordena a la luna, al sol. Desata el rayo y el trueno». Hay frases para todos los oficios englobados dentro del cine: el director, el actor, el director de fotografía, el guionista...".
[Martín Casariego. El Mundo, 22-03-97]

"Desde una perspectiva de limpidez y asombro, Bresson escribe con la precisión de un entomólogo que estudia las miles de facetas del ojo de una mosca. Da la impresión de que sus notas están hechas más para sí mismo que para ser publicadas, pero sirven para reflejar una personalidad en continuo estado de indagación. Cuestionándolo todo, a veces encontrando la luz, otras la oscuridad infinita, como en una búsqueda de la piedra filosofal. Tratando de alcanzar el inaprensible fin último de la creación cinematográfica".
[Jorge Berlanga. ABC, 18-04-97]

"Además de algunas de las mejores películas del cine francés, Rober Bresson escribió en lento goteo sus célebres Notas, libro de aforismos en el que rezó sus ideas sobre el lenguaje del cinematógrafo, nombre con que distingue lo que él filma de lo que filman comúnmente sus colegas y llamamos cine, que a su juicio es teatro filmado. Lo que Bresson dice es precioso y a veces indispensable para entrar en su obra, pues son ideas que iluminan por dentro rincones intrincados de hermosas películas".
[Ángel Fernández Santos. El País, 9-06-97]

"A pesar de haber dirigido sólo 14 películas en 50 años, o quizá por ello, Bresson es uno de los grandes clásicos del cine. El curioso libro de aforismos que acaba de aparecer concentra su saber cinematográfico".
[Augusto M. Torres, El País, 16-08-97]

"La esencialidad del cine bressoniano responde a un ideario canónico ilustrado en función de un único concepto: la fidelidad a sí mismo, como artista y como persona. Esa fidelidad empuja a Bresson hacia la búsqueda de la Verdad Absoluta, una verdad que no se encuentra en el afectado fingimiento de los actores convencionales ni en la música que satura de corcheas una secuencia que no las necesita. Este libro reproduce el pensamiento de un hombre que se replanteó su práctica artística desde el cero absoluto. Bresson nació en la extraña isla de los creadores absolutos, aquella isla en la que el arte es una cuestión de moral".
[Sergi Sánchez. La balsa de la Medusa, Nº 43, 1-12-97]