Traducción: Pilar Vázquez
«El primer dinero que gané de forma regular fue trabajando de profesor para la Worker´s Education Association. Por entonces era pintor, y tres tardes a la semana cogía el metro hasta Edgware para hablar de arte con los conductores y revisores de la empresa municipal de transportes de Londres. [...] Con ellos aprendí un poco sobre ese espacio de la vida -ligeramente distinto para cada cual- que todos esperamos llenar con el arte, con la experiencia del arte [...]. Katya, mi hija, creció rodeada de libros de arte. Luego viajó y visitó museos, desde los que me mandaba postales. Nunca hemos hablado mucho de pintura -menos, desde luego, que de cine, de lugares, de animales, del lenguaje-. Cuando me envió la primera postal desde Venecia, le contesté esperando que ella también lo hiciera. Y lo hizo, y así empezó esta historia.» ( John Berger )
"Él, el padre, es el escritor, crítico de arte y pintor John Berger, y ella, la hija, Katya, es una crítica de cine, que ahora vive en Atenas. Todo empezó con una postal, escrita por Katya, con laconismo explosivo, desde la misma plaza de San Marcos de Venecia: «¿Qué me parece Tiziano? En una sola palabra en un postal: carne». A partir de ahí se desencadena el más maravilloso cruce de cartas que imaginarse pueda sobre Tiziano, la carne, la piel, el deseo, la piedad; en fin, sobre la pintura y la vida y la ardiente corriente subterránea que alimenta a ambas". [Francisco Calvo Serraller, El País, 20-11-99]