Traducción e introducción de Loreto Casado
«Escribo para perder el aliento», declara Louis Aragon (1897-1982) en su «Crítica del tratado de estilo», texto que sirve de epílogo a esta primera edición de su obra en castellano. Y añade:«Se trata de desmoralizar al enemigo por la calidad». En su introducción —«Algo más que virtuosismo y cataclismo»—, Loreto Casado analiza el paisaje de fondo de un libro en el que se plantean simultáneamente la cuestión revolucionaria y la cuestión del estilo. Esta circunstancia proporciona a sus páginas un carácter agresivo y brillante, donde la ensoñación es interrumpida por bruscas llamadas a la realidad. La aparición del Tratado, que ha sido considerado como un gran ensayo sobre el problema de la alienación, se produjo en un momento crítico de la trayectoria de su autor, quien acababa de destruir en Madrid el manuscrito de su novela Defensa del infinito, condenada por el grupo surrealista, y de superar en Venecia un intento de suicidio tras su ruptura con Nancy Cunard.
“Una obra cuya voluntad de provocación impregna desde el propio título hasta cada una de las imágenes de un autor que buscaba precisamente alterar conciencias y entibiar certezas. Una obra que no concede respiro ni tregua al lector, quien de ninguna manera puede quedar indiferente ante ella. Un texto clave para valorar el desarrollo surrealista, y a la vez, un texto actual, con propuestas que, casi setenta años después, distan de haber sido exploradas”. [J. Ignacio Velázquez, La Balsa de la Medusa, 1995]
"Tratado de estilo es un libro contra muchos nombres y contra muchas cosas y que no deja títere con cabeza ni en el panteón de hombres ilustres ni en el listín telefónico francés. Pero, junto a la arbitrariedad más pura, hay un inteligente humor y la sabiduría de un espíritu más cartesiano de lo que él mismo quisiera. Tratado de estilo es un texto lúcido, irónico, agreste, polémico, episódico e irregular, que sorprende poco, pero divierte mucho y que, si no seduce en todo lo que dice, en lo que niega resulta siempre modélico".
[Jaime Siles. ABC, 28-04-95]