Traducción e introducción: Alan Smith Soto
«Lo que surge en la escritura que más valoro es un contenido imposible de predecir, que nos dice lo que no sabemos». A partir de su concepción del poema como un campo de alta energía, Robert Creeley (Arlington, Massachusetts, 1926) elude toda tentación de apoyarse en una retórica fácil y brillante. Como ha señalado Kevin Power, su constante inquietud le obliga a crear una poética activa, cuyos rasgos esenciales son la calidad de la emoción y la intensidad de la experiencia. Creeley personifica la afirmación de John Cage, según la cual «no hay nada que tengamos realmente que hacer que no implique un cierto peligro». Viajero por Latinoamérica, Europa y Oriente, Fundador de la editorial Drivers Press en la Mallorca de los años 50, profesor del revolucionario Black Mountain College, su obra -inédita hasta ahora en castellano- figura entre las más influyentes de la literatura norteamericana contemporánea.
"En un verso que el mismo poeta ha comparado a veces con los solos de jazzmen como Parker o Davis, Robert Creeley se enfrenta de manera profunda con su vejez. Un testimonio poético conmovedor, punzante, impresionante desde todos los puntos de vista, el testimonio del hombre, del poeta que se descubre prisionero de esa extraña e irrevocable situación que es la vejez. No dejarlo pasar". [Miquel Cardell. Diario de Mallorca, 9-02-01]
