Resultado de cuatro años de encuentros y conversaciones entre María José García (Salamanca, 1966) y José Miguel Arroyo, Joselito (Madrid, 1969), las páginas de este irrepetible documento constituyen una búsqueda de la esencia del toreo, así como una luminosa expresión de su paralelismo con la vida. Cuarenta fotografías complementan el texto.
"En una especie de severa confesión, Joselito afirma: «Lo que cuenta es el interior». Creo que nunca —incluidos libros como los de Bergamín o las famosas memorias de Belmonte— se había hablado del toreo tan desde dentro. De forma continuada, José plantea una decisión ética: no es cuestión de ser de cualquier forma, sino de decidir la forma de ser. Esa decisión, utilizando un término de la página 28, se llama «dignidad». Y en la página 34, encontramos esta afirmación: «Se torea para aprender a pensar». El arte tiene que ver con el lugar en el que se experimentan los límites. Y el límite por excelencia es la muerte. Ningún arte representa de manera tan intensa esa relación con los límites como el toreo. Sólo aquellos que descubren la verdad en una herida, en una mala tarde, en una gran frustración o en un imposible, encuentran el sentido que en forma de conocimiento acompaña al esfuerzo. Todo lo demás es truco. Hay un tipo de emoción que tiene lugar dos o tres veces en la vida: el encuentro con alguien para quien la hora de la verdad ha llegado antes que la hora de la muerte. Se trata de personas en las que el interior y el exterior están muy cerca, como en el caso de Joselito".
[Francisco Jarauta. Palabras de presentación del libro. Madrid, 21-12-98]
